La evolución del sector farmacéutico en este siglo XXI apuesta por una modernización y digitalización de la gestión como de los servicios que ofrecen las farmacias españolas.

La pandemia, ha acelerado la evolución de la era digital, causando así, una renovación de los diferentes sectores españoles, entre ellos, el sector farmacéutico. 

Durante la crisis sanitaria del COVID-19, las farmacias han sido un punto de referencia, ya no solo por ser un establecimiento de suministro de medicamentos y mascarillas, si no también, se han convertido en un lugar clave para obtener información sanitaria.

Actualmente, nuestras farmacias repartidas por todo el país, ya llevan tiempo siendo negocios omnicanal. Para quienes no sepan que significa un negocio omnicanal, consiste en llevar una estrategia basada en un modelo de comunicación que se utiliza para mejorar la experiencia de los clientes, permitiéndoles contactar con el negocio mediante múltiples canales al mismo tiempo. 

Sin embargo, el sector farmacéutico ahora apuesta por una renovación integral del diseño de las farmacias, basada en la modernización de la gestión como de los servicios que ofrecen. Es por eso por lo que se busca una nueva forma de organización del espacio físico y de la forma de distribuir y presentar los productos farmacéuticos. 

 

Claves para la renovación

Como ya sabemos, en las farmacias, no solo se puede conseguir medicamentos, si no que además podemos obtener otros productos relacionados con el bienestar y la salud. También, es propia de las farmacias actuales, encontrar servicios de ortopedia, nutrición o cosméticas. 

Es por eso por lo que es necesario tener en cuenta toda esta clase de productos para rediseñar los espacios interiores de las farmacias. Por lo tanto, se podrá incluir espacios propios para determinadas clases de productos, organizaciones temáticas, apartados del establecimiento para probar ciertos productos, etc. 

A pesar de la evolución del comercio online, las tiendas físicas siguen siendo un elemento clave en el desarrollo de cualquier negocio. En este contexto, cualquier negocio, incluyendo las farmacias, deben prestar gran atención a las transformaciones culturales y de estilo, a la hora de establecer la apariencia del local. 

Como consecuencia, toda farmacia debe atender a una serie de patrones: los colores tener en cuenta en la composición del establecimiento, una estética clara a utilizar, la colocación de manera estratégica de los elementos para conseguir buena imagen de marca atendiendo los gustos del dueño del negocio y de los consumidores, etc. Una buena decoración puede significar un aspecto diferenciador respecto a otros negocios del mismo sector.

Tener personalidad a la hora de caracterizar los espacios y la decoración de una farmacia puede ayudar a conseguir una clara diferenciación en el sector, lo que podría significar un acercamiento al consumidor y logar una buena posición respecto a la competencia. 

 

¿Qué sucede con el consumidor?

La tendencia del consumo de los clientes esta desarrollando una mayor demanda por las experiencias, más que por los productos y servicios. Es por eso por lo que, a la hora de comprar un producto, no solo valoran la obtención de este, si no tendrán en cuenta también que el proceso haya sido satisfactorio.

Un buen trato hacia el cliente, la comodidad de la operación a realizar, los servicios postventa, etc., pueden significar una mejor en la relación con el cliente, y por lo tanto, conseguir que este quiera volver en un futuro.

Además, el proceso de compra del cliente debe ser cómodo y fácil: los productos deben estar distribuidos de forma clara y diferenciada, el establecimiento debe contar con espacios abiertos para facilitar el transito de los clientes, es necesario una buena asesoría por para de los farmacéuticos, etc. 

 

Evolución de las farmacias hacia la era digital

Integración de la tecnología en el sector farmacéutico es de vital importancia. A través de la estética del negocio o del trato con los clientes, se pueden establecer diferentes sistemas digitales que ayuden al progreso de la farmacia.

Por ejemplo, se pueden incorporar gestores de turnos para controlar las colas, pantallas de publicidad que vayan cambiando, dependiendo de la estacionalidad, y sistemas antirrobos o mejoras de la seguridad de los empleados. Estos y más elementos son algunas de las ventajas que pueden proporcionar las nuevas tecnologías.